• Publicado en Cuento

"Amsterdam" - Cuento de Miguel Hernández Girón

Oh. Chet, Chet, Chet, Shit, Shit, Shit. Nos reímos ante la absurda combinación de palabras y lo ciertas que resultan.
 
La recepcionista nos mira desconcertada, nos pide el pasaporte y nos pregunta el nombre. Otra vez Llevamos tres días hospedados y nos pide le mostremos de nuevo el pasaporte, debe estar loca, la pobre. Mira la cara que tiene Chet. Cara de pudín, de rica fresa, delicioso pudín que un marido saborea goloso todas las noches al llegar a casa. Qué tetas, Chet, mira qué tetas tiene la recepcionista. Ahora en adelante le diremos Tetas. Quedas bautizada Tetas. Uffff.
 
Leer más ...
Suscribirse a este canal RSS